El Centro Cívico José Luís Mosquera ha acogido el Clinic de la 30ª Copa ASOBAL con un cartel excepcional que no ha decepcionado en el nivel de las ponencias protagonizadas por el seleccionador nacional, Jordi Ribera y el árbitro internacional Ángel Sabroso además de Juan Antonio García Herrero (Universidad de Salamanca) y de los integrantes del staff técnico de Viveros Herol BM. Nava, Nuno Farelo y Raúl García. Jordi Ribera – Seleccionador nacional “Me cuesta mucho hablar a los jugadores de algo que no siento. Hay gente experta en hacer teatro. Personalmente, explico las historias en las que creo. Si nosotros no nos lo creemos, difícilmente llegaré a los jugadores”. “Para mí, es muy importante el rol de cada jugador. Lo puede asumir el propio jugador o el grupo. Es muy importante para un grupo que va a trabajar un mes o una temporada que ese jugador se sienta implicado dentro del grupo. Yo necesito que los 16 jugadores que inician el camino no se pierdan por él, no se pueden desenganchar porque no se sientan partícipes de lo que está pasando. El equipo está compuesto por un grupo de individuos que piensan de forma diferente. Hay jugadores a los que se les motiva a través del error pero a otros no les funciona y los podemos perder. Un entrenador que no asume riesgos, al final, no va a asumir éxitos importantes”. “La experiencia cambia tu forma de estar en el banquillo. Sabes que el juego es riesgo y tomar decisiones. Los entrenadores muchas veces están maniatados y es fundamental hacer cambios en el momento en el que hay que hacerlos. Cuando un equipo está enchufado con el entrenador, incluso si alguien da un mensaje erróneo, los jugadores pueden convertirlo en algo positivo. Cuando no hay conexión entre banquillo y jugadores, tal vez damos un mensaje correcto pero si no hay confianza, no funciona”. Ángel Sabroso – Árbitro internacional “La preparación mental es la gran olvidada en la formación de los árbitros. Es el aspecto más olvidado de los árbitros y el que más se debe trabajar. La diferencia entre una mala y buena actuación arbitral, muchas veces está en la fortaleza mental. El criterio clave, el que marca las diferencias, es soportar la presión. Nosotros recibimos presión constantemente, de quienes te forman, seleccionan y eligen para seguir arbitrando, también de los jugadores y entrenadores a los que se arbitra”. “Crecemos con la gestión del error, utilizándolos. El error va en la mochila del árbitro siempre. La clave está en que no sea trascendente y en que el criterio sea el mismo para los dos equipos. Debemos identificar el error. A veces es difícil. Debemos aceptarlo y trabajar con él. Tenemos que ver el video y saber el porqué se ha producido el error. Cuando un partido sale bien también debemos analizarlo, saber el porqué ha ido bien. Cuando estoy arbitrando, pensar es malo porque es el momento de decidir, no de pensar”. “No debemos generar situaciones que nos puedan lastrar durante el resto del partido. Los árbitros tienen que identificar las emociones para poder trabajar para evitarlas. Mi mayor enemigo cuando voy a arbitrar es estar inseguro, no confiar en mí. Nosotros empezamos a trabajar el partido para el que nos designan en cuanto recibimos la designación, como hacen los jugadores. No puedo tomar decisiones enfadado o con ira porque me va a afectar en la toma de decisión. No puedo tener inseguridades y falta de confianza. La seguridad en uno mismo viene con el trabajo. El trabajo, superar dificultades, la experiencia adquirida va haciendo que te sientas con más confianza”. “Cinco son las cualidades mentales que un árbitro debe trabajar antes del partido: 1) trabajar el nivel de compromiso, no hay nada más importante que el partido; 2) confianza en el trabajo y la preparación; 3) estar tranquilo, sereno y equilibrado porque vas a vivir situaciones de estrés; 4) la gestión de los errores y 5) la comunicación”. Juan Antonio García Herrero – Universidad de Salamanca “Los comentarios de tipo negativo aluden a cuestiones de errores del jugador e intento que cambie eso. Le insisto para que cambie su comportamiento. El problema es si mi comentario le ayuda a cambiar”. “Debemos tener un equilibrio en el discurso con los jugadores. Tenemos que subrayar las fortalezas y no solo las miserias. El equilibrio es importante”. “Debemos aludir a las fortalezas del jugador y del equipo públicamente, no pasando de puntillas sino reconociéndolas y fomentándolas”. “Tener un enfoque positivo pasa por controlar qué le decimos a los jugadores y cómo puede afectarles”. “El entrenador no debería buscar tener la razón sino identificar qué información ayuda al jugador a rendir más” Nuno Farelo y Raúl García – Viveros Herol BM. Nava “La función del segundo entrenador es ayudar a mantener un equilibrio emocional, identificar y aclarar los problemas, analizar el trabajo del primer entrenador, reforzar lo positivo, proporcionar soluciones y ser un enlace entre los jugadores y el entrenador principal. Nuestra relación con el primer entrenador está marcada por la igualdad”. “Nos ganamos la confianza de los jugadores, proponemos y convencemos, proponemos soluciones y no creamos conflictos, apoyamos el trabajo realizado, transmitimos confianza, entusiasmo y credibilidad y respetamos la identidad de cada jugador”. “Corregimos los errores a través de una actitud de ayuda en la corrección, identificamos la raíz del problema, identificamos en qué nivel se encuentra la solución y promovemos situaciones para la búsqueda de soluciones”.
