El Barça juvenil ha levantado el título de la Minicopa Sacyr ASOBAL tras imponerse con claridad en la final al Bidasoa Irun en un encuentro disputado en el Príncipe Felipe de Zaragoza y en el que, más allá de un dubitativo inicio, dominó a placer.
Los primeros minutos del encuentro tuvieron un protagonista por encima de todos. Joshua Omgola, portero del conjunto bidasotarra fue un muro en el comienzo del duelo y con sus grandes actuaciones permitió a su equipo comenzar venciendo el choque. Raúl Entrerríos, entrenador de los azulgranas, tuvo que parar el partido a los 10 minutos con 4-2 en el marcador para los vascos. A partir de entonces, el Barça mejoró tanto en ataque, con un juego más fluido, como en defensa y consiguió darle la vuelta al partido.
El Bidasoa Irun, por el contrario, tuvo un gran apagón ofensivo, provocado en buena medida por la defensa tremendamente física de los azulgranas, que le llevó a solo poder anotar un tanto en los siguientes doce minutos de juego. Con Ian Barrufet y Petar Cikusa a los mandos, los catalanes despegaron en el marcador y se fueron hasta una ventaja de 10 goles antes del descanso (9-19) que ponía muy de cara la final para sus intereses.
A pesar de los intentos de los bidasotarras por meterse en el partido a la vuelta de vestuarios, el conjunto azulgrana estaba decidido a no dar opción a la posible sorpresa y siguió dominando. El segundo acto tuvo un gran ritmo, con ataques cortos en el que los ataques se impusieron a las defensas y en los que, a pesar del constante intercambio de golpes, la calidad de los catalanes hizo que la diferencia aumentara hasta el 21-37 final.
De esta manera, el Barça se alzó con el trofeo en una Minicopa Sacyr ASOBAL que ha sido todo un éxito en su regreso tras el parón obligado por la pandemia y que sirvió como el mejor de los aperitivos para la gran final del torneo que protagonizarán los dos mismos equipos.