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Álex Mozas: “Puedes ganar o perder pero tienes que ir a muerte con tus ideas y con los tuyos”

Liga Plenitude
03/03/2022 | Víctor Salgado Liga Plenitude

Con un estilo de juego muy claro que huye del resultadismo, Álex Mozas está viviendo su primera temporada en la Liga Sacyr ASOBAL dirigiendo la nave de Bathco BM. Torrelavega. Ha cambiado la gestión de la presión por ascender a la de evitar el descenso, con cada partido convertido en una auténtica final. El club cántabro está construyendo un proyecto a medio plazo que tiene, como pieza central, la figura del entrenador madrileño. Su excepcional trabajo a nivel de clubes le ha llevado a ganarse el respeto de sus compañeros en los banquillos ASOBAL y también la confianza del seleccionador Jordi Ribera para formar parte del cuerpo técnico de los Hispanos Juveniles.

¿Cómo nace tu historia de amor con el balonmano?

En el colegio La Sagrada Familia de Madrid, donde yo estudiaba, había mucha tradición de balonmano. Mi madre me apuntó y la historia es un poco curiosa porque me enfadé con ella porque no me gustaba nada este deporte. Estuve bastante tiempo sin hablar con ella y la verdad es que, a la larga, ha tenido razón. Empecé a jugar y me fue gustando cada vez más y, hasta hoy, que es a lo que me dedico y es mi gran pasión. Queda claro que las madres siempre tienen razón.

¿Crees que es difícil engancharse al balonmano cuando eres pequeño?

Sí, porque es un deporte medio desconocido, aunque cada vez se juega más. Cuando empiezas a jugar te preguntas el porqué de la poca repercusión que tiene nuestro deporte ya que realmente es muy dinámico. Tocas muchísimo el balón, metes más goles que en el fútbol y a todo el mundo le gusta practicarlo. El balonmano tiene menos repercusión de la que nos gustaría, pero cuando la gente lo ve, juega o hace algo relacionado con el balonmano, se anima a participar más y se vive como una “droga”.  Obviamente nosotros lo vendemos bien, pero, en un país como este en el que el futbol es tan importante para la sociedad, es complicado que tengamos más importancia de la que tenemos. Si fuéramos el fútbol, no sé dónde estaría el balonmano en España teniendo en cuenta todos los éxitos que ha conquistado, recientemente, la selección absoluta.

¿Qué referentes tenías en tus inicios en el balonmano?

Aitor Canibe fue un jugador de mi colegio y todos queríamos ser como él. Me pasó como a Nacho Moyano, no éramos grandes jugadores y rápidamente vi que no iba a llegar a ese nivel. Cuando eres pequeño tienes el referente en el colegio, y después, el ídolo al que considero el mejor jugador de la historia. Yo quería ser como Jackson Richardson. Cuando vas haciéndote mayor, vas viendo que es complicado alcanzar ese nivel. A mí me gustaba jugar, entrenar y me fijaba mucho en todo ya que veía mucho balonmano.

¿En qué momento das el paso de ser jugador a entrenador? ¿Qué técnico era tu espejo?

Cuando era cadete, con 14 o 15 años, hice el curso de entrenador y empecé a entrenar a un equipo alevín. Una de las personas en las que más me he fijado en mi carrera como entrenador ha sido, sin duda, Manolo Cadenas. Él es un ídolo ya que me gustaba mucho cómo jugaba aquel Ademar y la intensidad que mostraba Manolo en el banquillo. Luego está Nacho Moyano con el que siempre he tenido muy buena relación y siempre me ha motivado a alcanzarle. Él ha sido un entrenador referente en la base de Madrid y siempre me he esforzado en intentar tener su éxito. Obviamente Nacho es un compañero de trabajo, ahora rival, sobre todo amigo y es el padrino de mi hija. Es una relación de hace muchos años y la verdad es que le quiero mucho.

¿Cómo has vivido enfrentarte en ASOBAL al Ademar de tu referente Manolo Cadenas?

Ha sido increíble. En Plata jugamos algunos partidos amistosos. Manolo es un símbolo del balonmano español, así que es un honor haber podido enfrentarme a él. Es una persona de 10. Esta semana me ha llamado porque sabe que estoy fastidiado con la derrota del pasado fin de semana. Él te da su visión de tanta experiencia para relativizar un poco todo y la verdad es que, para los entrenadores jóvenes, es una persona que nos ayuda muchísimo.

¿Duele menos perder contra Manolo Cadenas?

Me fastidia, pero yo quiero que a Manolo le vaya bien siempre. Este fin de semana, si no gano yo y gana mi amigo Nacho también es un fastidio pero menor. Siempre que termina la jornada miro cómo han quedado Cangas y Ademar y, si ellos han ganado, me alegro.

¿Crees que Nacho Moyano y tú habéis vivido trayectorias paralelas en el balonmano?

Creo que sí y es un honor tener una vida paralela con Nacho al que considero, hoy en día, uno de los mejores entrenadores de España. Sí que es cierto que, dentro de la amistad, existe un poco de rivalidad. Si Nacho ha llegado a ser campeón de España con la selección de Madrid, pues yo también quiero. Si él ha entrenado en Plata, yo también. Si Moyano va a la selección, yo también.

¿Cuál es el mejor consejo que te han dado en tu etapa como entrenador?

Nosotros llegábamos a ASOBAL desde Plata, después de haber ganado prácticamente todos los partidos, y hablaba con Jabato y me decía que en Plata se vive muy bien porque ganas casi siempre y estás cómodo. Efectivamente tenía razón. Además, me decía que no perdiera la esencia por ganar. Este es un consejo buenísimo. Al final, cada entrenador tenemos nuestra forma de ver el balonmano y no sólo por ganar deberíamos cambiar. Tú tienes que intentar ganar con tus ideas y con tu forma de trabajar. En eso Jabato es un ejemplo y me ayudó muchísimo en los inicios.

¿Por qué decides no continuar en Alcobendas después de lograr el ascenso a la máxima categoría?

Se dieron unas circunstancias de vida, tenía muchas ganas de buscar cosas diferentes y salir de Alcobendas. Quería encontrar otra forma de ver el balonmano y me pareció una buena oportunidad venir aquí. Había firmado con el Torrelavega antes de subir con el Alcobendas, un par de semanas antes. Tenía la necesidad de salir de allí, aunque considero Alcobendas como mi casa. Quería encontrar otra forma de ser, vivir y trabajar y, al final, he acertado en la decisión.

¿Sientes que te has quitado, por fin, la espinita de entrenar en ASOBAL?

Sin duda. El año que llegué a Torrelavega jugamos la fase de ascenso, parecía que podíamos ascender y, al final, ese año acabó mal. La temporada siguiente sufrimos la pandemia cuando estábamos en disposición de ascender. El año pasado, por fin, conseguimos el ascenso y ya pudimos disfrutar de la Liga ASOBAL y enfrentarnos con los mejores jugadores y entrenadores de España. Fue como una liberación y he visto que soy capaz de entrenar en esta Liga. Nunca me he planteado si me equivoqué tomando la decisión de venir a Torrelavega. Tanto yo como mi familia estamos muy contentos aquí. Este es un sitio donde se pueden echar raíces y la decisión no dependía sólo de ascender a ASOBAL. Aquí tenemos la suerte de tenerlo todo, es un sitio muy tranquilo y vivimos mucho mejor de lo que nunca habíamos pensado, sobre todo viniendo de la locura de Madrid.

¿Qué supone para ti recibir la propuesta de renovación del club sin tener confirmada la permanencia?

Es una muestra de confianza por la situación en la que está el equipo. Esta Liga está siendo la más igualada por la parte de abajo. Estamos a 1 punto del descenso y cerca de Europa y el club ha decidido confiar en nosotros sin saber si estaremos en la máxima categoría la próxima temporada. Esta renovación es muy importante para mí, ya que también les demuestro la confianza de firmar con el club por más de un año. Torrelavega tiene mucho margen de crecimiento y es un sitio donde se está muy bien, se trabaja muy bien y la verdad es que da gusto estar aquí.        

¿Qué diferencias has notado entre Plata y ASOBAL?

Prácticamente tengo el mismo equipo que cuando jugábamos en Plata. Nos conocemos muy bien ya que la plantilla no ha cambiado mucho. La presión por ascender es muy dura porque todo el mundo te pone como favorito. Tienes que ganar siempre y esa gestión la teníamos más o menos dominada. Creo que poca gente esperaba que llevásemos tantos puntos esta temporada y que cada partido fuera una final gracias al elevado nivel que hay en ASOBAL.

¿Qué presión es más difícil de gestionar? ¿La presión por ascender o por no bajar?

La presión por subir es terrible porque la gente te dice que hay que ganar sí o sí. Si dependiera sólo de nosotros ganaríamos siempre, pero no es así. La presión de esta temporada se basa en que, gran parte del proyecto de Torrelavega, depende de que no descendamos. Por eso me preocupa. Tenemos que salvar la categoría por el club ya que ha hecho un grandísimo esfuerzo. Nos ayudan en todo, nos dan todo lo que necesitamos y tenemos que salvarnos porque, si eso ocurre, vamos a generar un crecimiento muy grande en el equipo y seguro que nos vamos a estabilizar en la Liga ASOBAL. El problema es que los grupos tienen un momento clave donde se tienen que cumplir los objetivos y el nuestro es ahora. Si no lo aprovechamos, creo que podemos tener un problema a medio plazo.

¿Bathco BM. Torrelavega es un equipo construido por y para ti?

A nivel de jugadores tengo más o menos lo que quiero. Por supuesto que me gustaría entrenar a Dika Mem, si pudiera. Tengo los jugadores que quiero porque van a muerte con nuestras ideas y es lo que más me enorgullece de todo. Manolo Cadenas pone a Torrelavega como ejemplo porque vamos al 100% y por nuestra clara idea de juego. Y eso es lo que me hace estar más orgulloso. Puedes ganar o perder, pero tienes que ir a muerte con tus ideas y con los tuyos.

¿Cómo vives enfrentarte a Cangas, un equipo entrenado por tu amigo Nacho Moyano?

Siempre es muy especial enfrentarte a un amigo, pero no deja de ser un partido más. Al final, tanto él como yo necesitamos ganar y, obviamente, no vamos a concedernos ni media. Si puedo machacarlo, lo intentaré, y cuando acabe el partido, pase lo que pase, volveremos a ser amigos.

¿Esperas cierto ánimo de venganza ya que en la primera vuelta ganaste tú?

A Nacho no le toca ganar, se lo tiene que currar. Venimos los dos equipos de perder y eso es importante tenerlo en cuenta porque, si él viniese de una racha de tres victorias, quizás le podríamos coger un poco más relajado. Para Torrelavega y para Cangas, este partido es una final. Entiendo que él, jugando en su casa y contra un equipo que está más abajo, tiene que ganar sí o sí. Nosotros afrontamos este encuentro como una nueva final. Yo sé que Nacho tiene ganas de ganarme, pero se lo intentaremos poner difícil.

Visitáis por primera vez O Gatañal. ¿Es una de las pistas más difíciles de ASOBAL?

Sí, sin ninguna duda. Cuando he podido ir a ver algún partido de Nacho, el ambiente ha sido increíble. Para Torrelavega va a ser una muestra de madurez sobreponernos a ese fantástico ambiente y ser capaces de hacer nuestro juego. Cangas, en gran parte, es lo que es gracias a la afición que tiene. Este factor también lo tenemos nosotros a favor. Para clubes humildes como Torrelavega y Cangas es muy importante tener una afición así. Los aficionados le dan todo el sentido a nuestro trabajo. Nosotros hemos ascendido en pandemia con todo el pabellón vacío y desde luego que no es lo mismo. Jugamos para la gente que nos apoya en los momentos buenos y malos. Nosotros tenemos la suerte de que, vaya bien o vaya mal, siempre están allí apoyando y nos debemos totalmente a ellos.

¿Torrelavega está viviendo una montaña rusa de resultados?

En Plata estábamos acostumbrados a tener una regularidad y a ganar siempre. Estas situaciones siempre son complicadas, pero vamos a intentar concentrarnos en los partidos que vienen y no pensar mucho en lo que ha pasado porque estamos en una montaña rusa y, evidentemente, hay que corregir errores.

¿Os esperan unas semanas claves por la permanencia con duelos ante rivales directos como Huesca, Antequera, Sinfín y Ademar?

Sí, al 100%. Una de las cosas que mejor hicimos en la primera vuelta fue coger una buena racha ganando a Cangas, Antequera y Sinfín. Con estos resultados positivos logramos salir del mal inicio que tuvimos. Ahora es lo mismo, pero al revés. Son partidos difíciles, pero tenemos que sacar el máximo de puntos posibles. El duelo ante Sinfín, al margen de ser el derbi, serán dos puntos vitales.

¿Qué supone para Cantabria pasar a tener dos clubes referentes en la máxima categoría?

Es bueno para el balonmano español que haya dos equipos referentes para poder representar, de la mejor manera posible, el balonmano cántabro. Yo espero que nos salvemos los dos clubes no sólo porque es bonito jugar un derbi sino porque, para Cantabria, es muy importante tener más referentes.  

¿Cómo recibiste la llamada de Jordi Ribera para trabajar con la selección?

Fue increíble. Cuando Jordi Ribera, que es otro de los grandes referentes, te habla le tienes que escuchar. Me llamó para decírmelo y yo no me lo creía así que casi no pude ni contestarle. Representar a mi país era un sueño que nunca pensé que iba a conseguir. Poder escuchar el himno de España y representar nuestro balonmano ha sido de las cosas más increíbles que me han pasado nunca. Estoy muy agradecido a Jordi por haber pensado en mí para poder estar allí. Me quedé sin palabras. Para cualquier club, que nosotros estemos trabajando en la selección debe ser un honor porque los clubes tienen sus proyectos y es donde se forman los jugadores. Cuando un jugador va a la selección es un premio para el club. En ese sentido, Jordi tiene esa sensibilidad con la gente que trabaja bien en los clubes y se agradece mucho.

¿Te hubiera gustado estar con el equipo juvenil en el campeonato Mediterráneo?

Me hubiera encantado. Lo hemos seguido desde aquí y ha sido increíble lo que han hecho. Nos ha recordado a cuando fuimos campeones del Mediterráneo con la generación anterior. Somos un deporte de equipo, muchísima gente forma parte de ello y nosotros nos hemos sentido campeones aún estando en Torrelavega. Después de una medalla en los Mediterráneos siempre viene una medalla en el Europeo así que espero que, este verano, podamos sacar algo en Montenegro. Prácticamente no entrenamos con los jugadores de la selección juvenil. Los recibimos, hacemos 3 o 4 sesiones de entrenamiento y nos ponemos a jugar. El verdadero mérito lo tienen los clubes. Nosotros nos aprovechamos de su trabajo y da igual la generación que venga que, como se trabaja bien en los clubes, vamos a ser competitivos gracias al modelo de juego que se inculca desde que son pequeños. Hay una forma de trabajar que siempre te va a dar resultados. A veces serás campeón o subcampeón, otras no vas a tener medalla, pero siempre vas a ser competitivo. El proyecto que hay en el balonmano español siempre va a dar resultados.

¿Con qué momento te quedarías de todos los que has vivido en el mundo del balonmano?

No puedo elegir sólo uno, me quedo con tres. Los dos ascensos a ASOBAL, con Alcobendas y Torrelavega, y la medalla de bronce del Europeo. Estos tres momentos no los voy a olvidar nunca porque son la consecuencia de tantos años de trabajo y sufrimiento que se han visto compensados.

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