Fraikin BM. Granollers puede presumir de tener en sus filas al portero más decisivo de la Liga Plenitude ASOBAL. Rangel da Rosa es el líder de paradas del campeonato doméstico, con 207 intervenciones, y es uno de los grandes responsables de la excepcional campaña del equipo vallesano. El brasileño nos traslada sus sensaciones a las puertas de disputar la Final4 de la Copa Plenitude ASOBAL en un escenario mítico como León y nos acompaña en un recorrido por su trayectoria deportiva desde sus orígenes hasta el presente, pasando por Aranda de Duero, Irun y Logroño.
¿Por qué un jugador brasileño decide apostar por el balonmano? ¿Cómo se cruza el balonmano en tu vida?
En el colegio muchos de mis amigos jugaban al balonmano. La verdad es que no conocía este deporte, siempre he jugado a fútbol, pero un día en el colegio había juegos escolares, me llamó un amigo y probé. En el fútbol no era muy bueno como para destacar y en el balonmano noté que podía llegar lejos. En la portería no había nadie y me puse yo. Desde el principio me gustó mucho. Descubrí el balonmano con 12 años, empecé de jugador porque medía 1,75 con 12-13 años pero, como nadie quería ser portero, pensé que así podría jugar muchos minutos. Al principio me gustaba meter goles pero me di cuenta que tenía más talento en portería que como jugador de pista.
¿Tienes que ser de una pasta especial para ser portero?
No es fácil ser portero, tienes que estar preparado. Muchos de mis amigos me dicen cómo no puedo tener miedo del balón, para ellos sería imposible ponerse ahí. Creo que el portero tiene un punto de locura y de tener la capacidad de no tener miedo.
¿Qué porteros han sido tus referentes?
Yo empecé a mirar partidos de la liga de Brasil por televisión, me fijaba en Maik Santos y Marcao, también Alexandre Morevi, que ha sido mi entrenador y fue una suerte que un portero de la selección brasileña me entrenase porque ha sido un ejemplo muy grande para mí. Esos son mis tres grandes referentes. Cuando empecé a mirar partidos de balonmano europeo, tanto ASOBAL como Champions, me fijaba en Thierry Omeyer, Arpad Sterbik o Mattias Andersson. Por estilo y por talla creo que me parezco más a Omeyer, es un portero muy técnico que ganó todo lo que podía ganar con su club y con la selección. Y luego en Gonzalo Pérez de Vargas o Mattias Andersson, me identifico con su estilo de juego.
¿Crees que estás en tu mejor momento deportivo?
Cada año me siento mejor, con la experiencia y con el trabajo que vengo haciendo cada día en Granollers y con mi trayectoria en Bidasoa y Logroño. Esto se refleja en los números. He aprendido muchas cosas con Perico, él me enseñó porqué paro, antes paraba pero no sabía exactamente el motivo. Con sus enseñanzas, ahora sé mis puntos fuertes y débiles, lo que tengo que mejorar y eso me ha hecho crecer mucho como jugador. Mentalmente ahora estoy más preparado.
¿La preparación mental es más importante en un portero que en un jugador de pista?
Creo que sí, la preparación mental es un 60% o incluso más porque puedes estar muy bien físicamente pero si tu parte mental no está bien, si no estás centrado, el balón te toca y entra. Con la experiencia noto que estoy más centrado.
¿Un portero es como un llanero solitario?
No digo que esté solo pero sí es como si fuera otro deporte. Al final, los videos, la forma de preparar los partidos y la preparación física no son lo mismo. Sí que tenemos que tener la confianza con la defensa y ellos con los porteros pero, aunque el balonmano sea un deporte colectivo, el portero tiene más presión. Podemos ser el héroe del partido pero también el villano, muchas veces. Tenemos que estar pendientes de aportar lo que podamos pero saber que, muchas veces, la culpa va a ser nuestra. Intento estar centrado siempre en el siguiente balón, no pensar en nada más allá de eso. En muchos partidos no paramos pero intento pensar que el siguiente balón puede ser clave para ganar el partido.
¿Tienes la sensación de estar haciendo historia con Granollers?
Creo que por estar aquí viviendo este momento no nos damos cuenta de lo importante que es lo que estamos haciendo. Hace unos años, el club parecía que no arrancaba pero se han empezado a hacer las cosas bien. Trabajamos mucho, tenemos ilusión, sabemos que tenemos que dar el 100% siempre. Ahora ya estamos haciendo historia pero en un tiempo miraremos atrás y veremos que el Granollers volvió a ser muy grande.
¿La clave del éxito de Granollers es la perfecta combinación entre talento joven y la experiencia de los veteranos?
Granollers históricamente es un club con mucha cantera y ha sabido mezclar los fichajes clave que han hecho. Esa mezcla ha sido perfecta. La gente se lleva muy bien dentro del vestuario y eso se nota mucho en la pista. En los momentos malos es jodido y, si el grupo no está unido, las cosas van para abajo y todo va mal.
Con 26 años, ¿te consideras uno de los veteranos del equipo?
En Granollers siento que soy uno de los veteranos porque hay mucha gente joven. En general, noto que estoy en un punto medio, no sé si soy veterano o más joven. En Granollers somos buenos amigos, somos un grupo con mucha ilusión que quiere seguir trabajando. Todos queremos crecer como jugadores, llegar al máximo nivel, jugar en la selección y estar en equipos TOP para competir en la Champions y conseguir títulos. Todos los jugadores de Granollers quieren ser jugadores TOP.
¿Qué consejos das a los jugadores jóvenes?
Yo a los jóvenes les digo que estén tranquilos, que sigan trabajando porque el trabajo te lleva lejos. Por mucho que tengas talento, si no trabajas, llegará un momento que te vas a lesionar mucho y no vas a rendir mucho porque estás pendiente de otras cosas. A los porteros intento decirles que tengan calma porque es un puesto más difícil. Yo con 20 años no tenía casi nada de la experiencia que tengo hoy. Noto que, con el paso de los años, es más fácil tener la cabeza más centrada en parar.
¿Cuál es el techo de este equipo? ¿Granollers podría dar la sorpresa en la Copa Plenitude ASOBAL?
Sabemos que el Barça, este año, está un punto por encima del resto de equipos. La temporada pasada sí que les competimos, se notaba el cambio de entrenador y que el Barça no estaba en su mejor nivel, pero este año sí que se ve que el equipo está muy bien. Nosotros hemos trabajado mucho, queremos competir contra ellos todo lo que podamos. Intentaremos luchar por el título de la Copa Plenitude ASOBAL, como hicimos el año pasado en la Copa del Rey. Intentaremos hacer historia, quedar segundos de la Liga otra vez y también en Copa ASOBAL y Copa del Rey. Queremos pelear por todos los campeonatos.
¿Cómo valoras este duelo de semifinales de la Copa Plenitude ASOBAL ante el anfitrión, ABANCA Ademar León?
Jugando contra el Ademar tenemos más posibilidades en semifinales que si jugáramos contra el Barça. Además es muy chulo jugar contra el equipo de la casa y el Ademar es un club histórico, con mucha tradición. Tenemos la ilusión de llegar a la final y de competir. Vamos a preparar muy bien este partido. En Liga hicimos un partido muy malo contra Ademar y ellos nos ganaron muy bien. Intentaremos quitarnos esa mala sensación. Me hace mucha ilusión jugar en una pista como León, por ahí han pasado muchos jugadores y todos los años han tenido equipazos. Siempre que te mides a un equipo histórico hace mucha ilusión jugar en su casa.
¿Qué recuerdos te vienen a la cabeza si piensas en la Copa Plenitude ASOBAL?
Mi primera Copa ASOBAL fue en Lleida con Bidasoa, el primer partido de semifinales fue contra Granollers y me acuerdo que fue muy ilusionante para mí, hice un buen partido y el equipo jugó muy bien. Era la primera vez después de muchos años que Bidasoa jugaba una Copa ASOBAL y teníamos mucha ilusión. Es el mejor recuerdo que tengo de la Copa ASOBAL. La segunda Copa ASOBAL fue en Valladolid, también fue un partido especial para mí. Jugamos la prórroga y creo que en 10 minutos hice 6 paradas y me metieron un gol. Pude ayudar mucho al equipo para llegar a la Final.
¿Qué huella han dejado en ti Villa de Aranda, Bidasoa y Logroño?
Villa de Aranda fue mi primer equipo en ASOBAL, no esperaba tener tantos minutos en mi primera temporada, sobre todo por tener un compañero más veterano como Javi Santana, pero sí que jugué mucho. Jacobo Cuétara, que fue mi primer entrenador y estuve con él también en Bidasoa, rotaba bastante, cada portero jugaba un partido y quien estuviera mejor jugaba más. Tuve la suerte de tener un entrenador que repartía minutos y un compañero que me ayudó mucho, era una buena mezcla de veteranía y juventud. Tuve una buena experiencia, jugué minutos, hicimos historia en Aranda porque quedamos sextos en Liga ASOBAL, si no recuerdo mal, muy cerca de jugar en Europa. A Bidasoa llegué tras un momento personal complicado en Rumanía, estaba sin equipo y me llamó Jacobo. Los primeros seis meses luchamos por no descender y, la temporada siguiente, quedamos segundos en la Liga ASOBAL, fue un cambio muy brusco y no nos lo esperábamos. El club estaba haciendo las cosas muy bien. Al año siguiente luchamos por ser segundos, luego vino el año del COVID y me fui a Logroño, fue el primer club en el que tuve la oportunidad de tener minutos como primer portero. Jugaba todo y eso me cambió un poco el chip por tener la responsabilidad de, estando bien o mal, jugar. Eso me ha hecho muy bien. Ese cambio de jugar 60 minutos siempre me ha hecho crecer mucho como jugador, me noto un portero mejor tras ese año en Logroño.
¿Qué huella crees que ha dejado Rangel da Rosa en ASOBAL?
Creo que se me recordará como un portero muy explosivo y con mucha vibración, que siempre intenta ayudar y apoyar a los compañeros, tanto si va bien como si va mal el partido, no bajo la cabeza. Intento siempre incentivarles e interactuar con los aficionados para tener un contacto más cercano. Sin afición no hay deporte. Soy un portero que lleva mucha experiencia. Tengo mucho que agradecer a la Liga ASOBAL por darme la experiencia de seguir mejorando, estoy muy agradecido y algún día, seguramente, volveré.
¿Cómo era el Rangel que llegó y el Rangel que se va de la Liga Plenitude ASOBAL?
Llegué como un niño y con mucha ilusión a ASOBAL, no sabía exactamente qué esperar del balonmano y ahora sé lo que he hecho y lo que puedo hacer como jugador. Todo lo que tengo hoy es gracias al balonmano. He conocido a mi mujer por el balonmano, todos mis amigos son del balonmano y mi situación financiera también es por el balonmano. En mi vida no tengo otra cosa que no sea balonmano. Si no hubiera sido jugador de balonmano estaría en Brasil, con mi familia, probablemente en el campo porque somos de ahí pero no me veo haciendo otro deporte que no sea el balonmano.
Hablábamos antes del balonmano en Brasil, ¿qué papel ha jugado Jordi Ribera en el desarrollo de este deporte allí?
Jordi estuvo dos etapas en Brasil, primero en 2007 si no me equivoco. Y de esa etapa salieron jugadores como Thiagus Petrus, Oswaldo o Bombom, y luego cuando volvió, empezó a hacer campus con muchos jugadores jóvenes. Ahí nos conocimos. Él ve a muchos jugadores y con su ojo identifica a los que tienen talento. Todas las semanas iba a un sitio diferente de Brasil, que es un país muy grande, y sacaba jugadores. A mí me vio y me preguntó lo que quería hacer, qué esperaba yo del balonmano. Le dije que quería ser profesional y Jordi me dijo que no debía tener dudas, debía saber lo que quería y, si quería seguir, me dijo que tenía futuro. Cuando me dijo eso empecé a centrarme más y a creerme que podía estar ahí y el mismo año ya tuve mi primera convocatoria con la selección juvenil. Jordi ha tenido una gran influencia en mi carrera, por el nombre que ya tenía cuando llegó a Brasil. Tuvo un contacto muy cercano con los jóvenes, nosotros veíamos al seleccionador como alguien que está muy arriba, no esperábamos tener este tipo de relación.
🎞️ La primera entrega de 𝐈𝐧𝐬𝐢𝐝𝐞 𝐀𝐒𝐎𝐁𝐀𝐋 nos lleva al hogar de @BMGranollers ⚪️🔵
— ASOBAL (@ASOBAL) March 7, 2023
🧐 Descubrimos la cara más personal del guardameta 🇧🇷 Rangel da Rosa
Sus referentes, el punto de locura para ser portero y su camino de aprendizaje 👣
¡Dale al ▶️!🙃 pic.twitter.com/UrVSSCv4Vu