La Copa Plenitude ASOBAL es escaparate de pequeñas intrahistorias que contextualizan la pasión por nuestro balonmano, el valor de los detalles dentro de una fotografía de excelencia y el rol de centenares de profesionales que trabajan en un tercer y opaco plano mediático. La vigente edición cuenta con anfitrión, campeón, alternativa con acento vallesano y el estreno de REBI Balonmano Cuenca, como flamante púgil debutante.
Será la primera vez en su historia que pise la alfombra azul de la Copa ASOBAL, entrando en un selecto grupo de la élite de la disciplina. Es un dato tan atípico como extraordinario. El equipo de Lidio Jiménez llega a nuevas metas. Este fin de semana pondrá a prueba su manifiesto gen competitivo en el sistema de eliminatorias desde la tribuna del buen momento, entre balonmano y confianza en sus propias posibilidades tras un primer bloque de temporada sobresaliente.
El cuadro conquense llega a la cita copera como tercer clasificado de la Liga Plenitude ASOBAL, a tres victorias de Fraikin BM. Granollers, segundo, siendo las dos principales alternativas -bajo el yugo del calendario- al dominio del Barça. Los resultados no están en el terreno de la parcialidad emotiva. Cuenca está en la Copa ASOBAL por motivos propios. Desafía al conjunto de Carlos Ortega con la naturalidad de saberse capaz, en un duelo de semifinales a 60 minutos, con margen para decenas de escenarios.
Trabajarán para convertir la inexperiencia en una virtud, para no dejarse llevar por tópicos ni secuencias numéricas que los respalden. Lidio Jiménez tiene un plan. Su defensa ha de ser más inexpugnable que nunca, móvil, presionando para minimizar las opciones de lanzamiento exterior rival (donde más y mejor funciona) y formando un buen sistema de ayudas en penetración. Llevarse una competición con el formato como la Copa demanda solidez y todas las facilidades para contar con la mejor versión de tu portería.
El ataque pasa por las manos de Pablo Simonet y su criterio para mover las piezas del tablero. El Gladiador argentino es la piedra angular de la apuesta por buscar la portería. Laterales abiertos con lanzamiento (acento en la muñeca de Joaquím Nazaré como máximo realizador), buen trato de las trayectorias para llegar a 6 metros y la opción ganadora de la segunda línea. Cartas encima de la mesa. Mueve Cuenca.