Miguel Goñi acaricia los 200 partidos en la Liga ASOBAL
Liga PlenitudeEl extremo de Helvetia Anaitasuna tuvo que esperar hasta cumplir los 30 años para hacer realidad el sueño de debutar en Liga ASOBAL tras toda una vida deportiva defendiendo la camiseta del equipo navarro. Un 10 de septiembre del 2011, Miguel Goñi protagonizaba en Granollers su estreno en la élite del balonmano español y, un 21 de octubre del 2018, siete años después, el jugador navarro se pondrá orgulloso su brazalete de capitán en su partido 200 en la historia de ASOBAL. La efeméride se producirá lejos de Pamplona, en el Pabellón Amaya Valdemoro, coincidiendo con la visita de Helvetia Anaitasuna al hogar de Secin Group BM. Alcobendas en la séptima jornada del campeonato doméstico. “Para mí supone un orgullo, no tanto por el número en sí, ya que entiendo que es una cifra que puede ser más o menos sencilla de alcanzar para un jugador joven, sino por el hecho de que mi primer partido en ASOBAL fue con 30 años, y todos ellos han sido compaginándolo con una actividad laboral aparte”, reconoce un Miguel Goñi que es uno de los tres supervivientes de aquel Helvetia Anaitasuna que debutó en la máxima categoría en la campaña 2011/2012 junto a Carlos Chocarro y Xabier Etxeberría. Miguel Goñi ha disfrutado de 8 cursos en la Liga ASOBAL pero lleva toda una vida defendiendo los colores de su club, el cómputo se amplía hasta las 22 temporadas en Anaitasuna y 19 en el primer equipo: “A esto le doy un valor superior, ya que he tenido la suerte de progresar como jugador a la vez que el equipo y el club iban creciendo y estabilizándose en la máxima categoría. Mi mayor satisfacción es ver a Anaita donde se encuentra ahora. Este club es mi casa y que toda mi carrera haya sido aquí es una suerte inmensa”. Helvetia Anaitasuna es el hogar dulce hogar de Miguel Goñi. A sus 37 años, el extremo izquierdo mantiene la ilusión por seguir jugando y ampliando unos registros goleadores que también se acercan a los números redondos (291 goles): “La cuerda mental está intacta. Siempre que empiezas una temporada tiene que ser así. Arrastro problemas físicos, debo superarlos y espero que acaben cediendo. Lo fundamental es que no fallen las ganas y de eso voy bastante bien”.
