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Gonzalo Pérez de Vargas: “Quiero ganar una Champions que sea mía de pleno derecho”

EHF Champions League
27/05/2015 | FOTO: ASOBAL EHF Champions League

Gonzalo Pérez de Vargas es el elegido. Uno de esos jugadores que irradian talento desde muy joven y que, tarde o temprano, acudirá a su cita con la historia. El destino quiso que debutara en el primer equipo del FC. Barcelona en la misma temporada en la que se retiraba una leyenda como David Barrufet. Lejos de amedrentarse por calificativos como "El Heredero", Gonzalo fue interiorizando los consejos de porteros más experimentados para cruzar la línea que separa ser una promesa de futuro a ser una apabullante realidad. El guardameta azulgrana está escribiendo su propia historia y quiere que uno de los capítulos del 2015 contenga la imagen del FC. Barcelona alzando el título de Campeón de Europa en el Lanxess Arena. Kielce acabó la fase de grupos con pleno de victorias (10/10), eliminó a Montpellier en el LAST16 y a Vardar en Cuartos. ¿Te sorprende la presencia del conjunto polaco en la Final4? ¿Era uno de tus favoritos a estar en Colonia? Los cuatro que hemos llegado a Colonia fuimos líderes en la fase de grupos. Para mí no es una sorpresa que Kielce haya llegado a la Final4. Desde la llegada de Talant el año pasado y con algún fichaje de renombre que hicieron, creo que han hecho un equipo muy competitivo. Kielce mostró una solidez muy importante en la primera fase y luego en la segunda, sobre todo en el partido de vuelta frente a Montpellier, sufrieron un poco más. Quizás Kielce ha tenido rivales más fuertes que nosotros hasta llegar a la Final4. Kielce sólo ha perdido 1 partido en toda la Champions y, sin embargo, hay quien lo considera el rival más asequible en la Final4. ¿A ti te parece el gran tapado de la competición y que el equipo polaco puede obtener cierta ventaja de esa etiqueta? En los últimos años en balonmano y también en baloncesto, la perita en dulce ha conseguido ganar. Yo creo que será la Final4 más igualada desde que se instauró este formato. Sí que es verdad que no teníamos un rival preferido pero, tal vez THW Kiel, por jugar en casa, tiene un poco más de favoritismo. Si ganara cualquiera de los cuatro equipos, no sería una sorpresa. ¿En qué aspectos se nota la mano de Talant Dujshebaev en este Kielce? En la forma de jugar que intenta parecerse, salvando las distancias, al Ciudad Real de hace unos 5 años. También en el carácter que ha imprimido al equipo. Quizás, sin Talant, Kielce no hubiera ganado los 10 partidos de la fase de grupos, sabiendo que ya estaban clasificados con anterioridad para la siguiente ronda. Kielce tiene el espíritu luchador de Talant. Los jugadores saben que tienen un entrenador con mucho prestigio y eso atrae y genera más confianza en la figura de Talant. El año pasado tuvo poco tiempo para poner su sello en el equipo pero, este año, se ha notado ya la mano de Talant. ¿Qué opinión te merece que tres de los cuatro banquillos de Colonia estén ocupados por entrenadores españoles? Podemos hablar del campeonato doméstico o de cómo se hicieron las cosas en otro momento pero si hablamos de jugadores y entrenadores españoles, creo que nadie puede decir nada malo. Considero que ahora estamos mejor valorados, por el hecho de estar jugando en otros países. Antes estábamos todos jugando en España y traían a los jugadores extranjeros porque tenían más renombre. Y ahora es al revés. Pasa lo mismo con los entrenadores. Cada día hay más y fuera de nuestras fronteras. Y lo están haciendo muy bien. Eso es muy bueno para el balonmano español. ¿Qué te parece la veterana dupla en portería de Kielce, formada por Szmal (37 años) y Sego (30 años)? Es una portería parecida a la nuestra. Tanto Szmal como Saric son similares, en cuanto a edad y recorrido. Danjel ha sido, en estos últimos años, uno de los mejores de Europa. Szmal fue el mejor jugador del mundo en 2009. Y luego estamos Sego y yo, dos porteros que hemos llegado este año al Kielce y al Barça. Los dos equipos hemos disfrutado de poder combinar a los dos porteros durante la temporada. Tenemos porterías muy parecidas. ¿Qué es lo que más admiras y lo que más temes de Kielce, Kiel y Veszprém? THW Kiel juega en casa, se ha reforzado muy bien este año y tiene una defensa muy difícil de jugar. Veszprém más de lo mismo. Llevan 2-3 temporadas en las que cada año son más fuertes. Creo que Veszprém ya ha alcanzado una madurez suficiente como para ser Campeón de Europa. Y el Kielce también lleva unos 4-5 años empujando muy fuerte. La llegada de Talant les ha permitido crecer aún más como equipo. Me preocupan todos los rivales pero lo más importante es centrarnos en el Kielce. Si no ganamos al Kielce, no sirve de nada preparar cualquier supuesta final. Lo único que nos importa ahora es la semifinal frente al Kielce. En la Final4 del 2011, tuviste la oportunidad de jugar 1 minuto en la Final frente a Ciudad Real. ¿Qué se te pasó por la cabeza cuando "Pasqui" te indicó que te preparases para saltar al Lanxess Arena? ¿Qué recuerdos guardas de aquella primera vez? No tanto de la final como de la semifinal, cuando me tocó salir a parar un penalti importante frente a Rhein-Neckar Löwen. No lo habíamos hablado, todo se fue sucediendo paso por paso. Tanto Rodrigo Corrales como yo no sabíamos si íbamos a ir a la Final4. Al final fuimos los dos. En principio tampoco íbamos a jugar pero Sjöstrand estaba lesionado y me tocó entrar en la convocatoria. No iba a salir pero me indica "Pasqui" que salga para parar un penalti y lo paro. Creo que fue un cúmulo de situaciones que todavía guardo en mi memoria y que perdurará mucho tiempo. Tras el espectáculo que dio Saric en la Final, qué menos que ovacionarle como se merecía. Y tuve una presencia testimonial de 1 minuto en la Final. Son recuerdos que no se me van a olvidar nunca. Y uno de los motivos por los que he vuelto al FC. Barcelona es para poder repetir un momento así. ¿La diferencia entre aquella Final4 del 2011 y ésta del 2015 es pasar de ser un actor muy secundario a ser uno de los protagonistas? ¿Sientes tuya la Champions del 2011? Yo soy Campeón de Europa, eso no me lo puede quitar nadie, pero no es lo mismo el título de la Copa del Rey de ese año, en el que sí que participé en todos los partidos porque Saric se lesionó. En la Champions, a pesar de estar en esa Final4, yo tuve un paso presencial en ese título durante todo el año. Ahora quiero ganar una Champions que sea mía de pleno derecho. Espero que sea este año. Tu madre sufre mucho viéndote en directo en el pabellón, ¿cómo la vas a convencer para que no falte a la cita del Lanxess Arena? Mis padres tienen un pacto. Mi padre tiene un poco de fobia a los aviones. Él dice que se montará en un avión si mi madre se queda a ver los partidos y no se marcha del pabellón. Todo lo que montan en Colonia es un espectáculo. Creo que para todo amante del balonmano, la Final4 de Colonia es una cita obligatoria. Si a eso le sumas el pacto que mis padres han hecho, creo que ambos van a estar en el Lanxess Arena este año. La línea entre el éxito y el fracaso de la temporada, ¿la marca la consecución de la Champions? No podemos calificar una temporada de fracaso cuando estamos cerca de ganar todo lo posible, llegando a la Final4 con todos los títulos que podíamos conseguir ya ganados. Cada año es más difícil ganar la Champions. Tal vez el hecho de haber perdido las dos últimas, mete un poco más de presión al FC. Barcelona para ganarla. No creo que sea tan importante caer en la Champions como la forma en la que uno cae eliminado. Pero no puede ser un fracaso acabar la temporada con 5 o 6 títulos. ¿Qué te ha aportado este año de sana competencia con un portero tan experimentado como Danjel Saric? Saric me ha aportado mucha tranquilidad y confianza. Existe una competencia sana entre nosotros. Él sabe que está en el tramo final de su carrera y uno de sus objetivos es el de ayudarme a estar preparado para cuando él ya no esté aquí. Yo eso lo valoro mucho y se lo agradezco. Durante toda la temporada nos ayudamos para que la portería del FC. Barcelona esté al nivel exigido. “Pasqui” te define como un “veterano joven”. ¿Estás de acuerdo con esta valoración? Será quizás por mi forma de ser. Soy tranquilo en la pista y aparento una serenidad impropia para mi edad. En teoría, un portero más veterano tiene mayor experiencia y, por tanto, es un punto a favor. Es un halago que "Pasqui" diga eso de mí con tan sólo 24 años. Yo creo que la tendencia está cambiando. Ahora hay muchos porteros jóvenes que están demostrando estar a un gran nivel. Landin lleva 4-5 años al máximo nivel, Corrales que tiene la misma edad que yo y ha hecho un temporadón en la Champions, Ivic de Zagreb. Ahora está más extendido el hecho de tener un entrenador de porteros, hay un trabajo específico sobre nosotros y es más normal que haya porteros más jóvenes. Con el paso de los años nos haremos mejores y será muy beneficioso para nosotros el haber acumulado tantos años en la élite. “Pasqui” era el responsable de la cantera cuando te incorporaste al proyecto Blume, “Pasqui” te hizo debutar con el primer equipo en 2009 y “Pasqui” te recuperó para el FC. Barcelona en 2014. ¿Qué hubiera sido de Gonzalo Pérez de Vargas sin la figura de Xavi Pascual? Seguramente no hubiera tenido la oportunidad de estar en el Barça si no llega a ser por "Pasqui". En mi primer año, aprendí mucho porque hicimos mucho trabajo específico de porteros. Él me dio la posibilidad de formarme para estar en la élite y ahora estoy en esa élite. Se lo tengo que agradecer a "Pasqui". Debutaste en 2009, en la última temporada de David Barrufet defendiendo la portería azulgrana. ¿Cómo se gestiona esa responsabilidad de que se te denomine “El Heredero”? La temporada que se retiró Barrufet coincidió con mi aparición en el primer equipo pero tampoco jugué mucho. Fue una simple coincidencia. Por aquel entonces ya se empezaba a hablar de sustitutos de Barrufet para la temporada siguiente y apareció mi nombre. De ahí que se me considerara “el Heredero”. Muchas veces se habla de algún jugador como una promesa y luego no se cumple y también hay jugadores por los que no apostaba nadie y acaban triunfando. Por suerte, se habló de mí en buenos términos y parece que las promesas se están cumpliendo. ¿Ha supuesto mucha presión ser el portero que suplía la baja de Sterbik? Yo entiendo que hubiera una preocupación cuando se anunció la marcha de Sterbik del Barça. En aquel momento, ninguno de los porteros del mercado, ni siquiera Landin, hubiera evitado esa preocupación del aficionado por perder a uno de los mejores porteros del mundo. Entiendo que la gente se preocupara por cómo iba a rendir la portería y quién iba a ser el sustituto de Sterbik. Creo que cada uno tiene que escribir su historia y ser como es. No fijarse en lo que han hecho otros. No puedes pensar en ganar 7 Copas de Europa como hizo Barrufet. Ojalá pero creo que es casi imposible. Tienes que fijarte tus propias metas. Debes tener motivaciones a corto plazo. El hecho de que se me compare con Barrufet o Sterbik es un halago pero no intento comparar mi carrera con las suyas, ni mucho menos. La temporada 2014/2015, con el protagonismo que estás teniendo tanto en el FC. Barcelona como en la selección, ¿es el punto de inflexión en el que dejamos de hablar del futuro de Gonzalo Pérez de Vargas y ya hablamos del presente? Este ha sido mi año de confirmación pero no porque mis temporadas anteriores fueran malas sino por el escaparate único que supone jugar en el FC. Barcelona e ir convocado con la selección. Aparecer en grandes citas como la Champions League o el Mundial de Qatar ha provocado que se me conozca y que se me tenga en cuenta. Tenías contrato con Toulouse hasta la temporada 2015/2016 pero la marcha de Sterbik precipita tu regreso al FC. Barcelona. En tu etapa de 2 años en Granollers y 1 en Toulouse, ¿estabas pendiente de la llamada del club azulgrana? Yo creo que es un error estar pendiente de volver al Barça. Estuve tres años fuera y el primero fue el más difícil porque llegué a Granollers tras vivir una temporada muy buena en el FC. Barcelona. Cuando sales del Barça, sobre todo en mi caso que mi último recuerdo es la Champions ganada en ese 2011, mi deseo era volver. El primer año estaba muy pendiente de cómo estaba jugando. A partir de la segunda vuelta del primer año en Granollers ya me relajé un poco más, empecé a pensar menos en mi retorno y fue entonces cuando despegué. Cuando el Barça fichó a Sterbik, aparqué la posibilidad de volver porque no tenía sitio. Obviamente seguía la actualidad del equipo azulgrana pero en ningún momento imaginé que iba a volver tan pronto al Barça. El hecho de tener la cabeza centrada en el club en el que estaba jugando en ese momento me ayudó muchísimo. Al final, coincidió la marcha de Sterbik con mi buena temporada en Francia. Seguramente, si no hubiese hecho un gran año en el Toulouse, el Barça no me hubiera llamado. ¿Qué ha supuesto en tu vida deportiva y personal tus 2 años en Granollers y la temporada pasada en Toulouse, en la que incluso fuiste elegido como mejor joven de la Ligue Nationale de Handball? Estar en Granollers me ha permitido valorar donde estoy ahora muchísimo más. La gente que no ha salido del Barça piensa que todo es así. Y cambia mucho. Hay cosas que se valoran mucho más tras haber hecho viajes de 15 horas en bus con los compañeros o después de tener que lavarte tu propia ropa, por ejemplo. Son pequeños detalles que ahora disfruto mucho más en el Barça. El año en Francia fue muy completo en todos los sentidos. Tuve la suerte de caer en un vestuario en el que me sentí muy bien y, además, en el terreno deportivo nos fue bien tanto a nivel colectivo como individual. Como todo fue tan bien, la percepción que tengo ahora de la experiencia que viví en Francia es muy buena. ¿Cómo mantienes los pies en el suelo ante el aluvión de elogios por tu rendimiento en el club y la selección? El año pasado, cualquier resultado bueno que Toulouse hacía contra un equipo grande era algo increíble. Este año, por muy bien que lo hagamos, es nuestro trabajo porque el Barça tiene la obligación de ganar siempre. La temporada está siendo buena pero hay que rematar el trabajo en Colonia. La Final4 es el objetivo. Si haces un partido bueno, lo relativizas porque estás pensando en el siguiente objetivo. Es una buena forma de mantener los pies en el suelo. El trabajo de ahora tiene menos valor si no cerramos bien la temporada. Nosotros le damos valor a todos los títulos. El simple hecho de tener buenos jugadores en una plantilla no garantiza títulos. Tu llegada a las categorías inferiores del FC. Barcelona no fue fácil. “Pasqui” siempre destaca que el mérito fue convencerte para que ficharas. ¿Cómo fue ese proceso desde la primera toma de contacto con el club azulgrana hasta tu llegada, finalmente, a Barcelona? El primer año, "Pasqui" habló con el entrenador que tenía yo a los 15 años y él trasladó ese interés del FC. Barcelona a mis padres. Fue una sorpresa para todos porque yo estaba jugando con mis amigos de toda la vida, aunque estábamos jugando bien y habíamos ganado Campeonatos de España. Valorábamos mucho el balonmano, era nuestro núcleo de amistad, pero tal vez no tanto como para dar el paso de venir a Barcelona. Por aquel entonces pensábamos que si de verdad el Barça tenía interés en mí, volvería. Y así fue. Al año siguiente, analizamos la situación con otro punto de vista. Estaba en juego tanto mis estudios como mi futuro profesional y creo que en Barcelona tenía una oportunidad que, seguramente, en Toledo no hubiera tenido. Ha sido una de las decisiones más difíciles de tomar pero con la que estoy más satisfecho. Tengo que dar las gracias a mis padres, que se desprendieron de un hijo con 16 años, y a mi hermana que se quedaba sola en casa. Yo estaba muy bien en Barcelona pero tengo que agradecer a mis padres el valor que me transmitieron para tomar esa decisión. ¿Cómo fueron esos primeros meses de adaptación al FC. Barcelona? No tengo ningún recuerdo de agobio o de sensación de estar lejos de casa. Tuve la suerte de aparecer en un grupo de jugadores a los que ya conocía y con los que estaba 24 horas al día. Era como estar con mis amigos. En Blume teníamos normas muy estrictas pero me adapté muy rápido al ritmo de entrenamientos y de vida. Nunca he tenido sensación de morriña. ¿Uno es portero por elección o porque no hay otro jugador que quiera ocupar esa posición? En mi caso, en mi Colegio Ciudad de Nara, en Toledo, preguntaron quién quería colocarse de portero y no sé la razón pero yo levanté la mano. Desde entonces, siempre he sido portero. Recuerdo cuando vine a la primera Granollers Cup, que los porteros jugaban de jugadores y los jugadores de porteros. Yo me quedaba tranquilo en mi área. Desde entonces, siempre he estado en la portería. Tal vez me hubiera gustado probar fuera del área pero nunca he tenido necesidad de hacerlo. Y creo que he acertado. Hay muchos clichés entorno a los porteros. Parece que estamos locos por ponernos a que nos lancen balonazos los rivales. Hay dos tipos de porteros. Aquellos que están muy exaltados durante los partidos y los más tranquilos. Yo estoy en el segundo grupo. Intento que no me influya el juego. Rara vez me dan un balonazo porque los jugadores rivales controlan mucho. Para mí es menos peligroso que estar en la pista con contactos continuos, como les pasa a los pivotes. Apuntaba Rodrigo Corrales en una entrevista a ASOBAL que sería un sueño jugar juntos en el FC. Barcelona tras vuestra formación en Blume. ¿Ves factible esa posibilidad visto su rendimiento en Polonia? Por supuesto. Esta temporada, Corrales ha demostrado estar a un nivel muy alto en una competición muy exigente como la Champions. Muchas veces hemos bromeado al respecto. Cuando ambos entrenábamos juntos en las categorías inferiores del Barça, hablábamos de estar, algún día, compartiendo portería en el primer equipo. Es un escenario que no me parece ni mucho menos imposible. Los dos somos jóvenes. Ojalá Corrales y yo podamos compartir, en un futuro, la portería del Barça.

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