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Raúl Entrerríos: “Una Final4 en Gijón es un premio a la trayectoria del balonmano en Asturias”

EHF Champions League
16/04/2015 | FOTO: Víctor Salgado (FC. Barcelona) EHF Champions League

Raúl Entrerríos quiere acabar la temporada levantando el título de la Copa del Rey en su Gijón natal y como Campeón de Europa. Para ello, el primera línea azulgrana canaliza la rabia por las últimas derrotas sufridas en el Lanxess Arena con el objetivo de superar a un combativo Zagreb en la vuelta de los Cuartos de Final de la EHF Champions League. El FC. Barcelona no precisará protagonizar las grandes remontadas de antaño pero sí quiere sentir el calor de sus aficionados en el último paso en el camino hacia Colonia. Como asturiano y gijonés, ¿qué supone disputar la Final4 de la Copa del Rey en tu ciudad? A mí me hace una ilusión tremenda. He podido hablar con diferentes personas del club y del entorno de Gijón y sé que se han volcado muchísimo. Al principio tenía un poco de dudas de si habría un apoyo económico o no por parte del Ayuntamiento pero sé que se han implicado mucho. Para el balonmano es una oportunidad que tal vez tarde en repetirse, por la situación actual de Juanfersa Gijón. El balonmano asturiano se merecía tener la posibilidad de organizar una competición así, con los cuatro finalistas de la Copa del Rey y la Minicopa. Una Final4 en Gijón es un premio a la trayectoria del balonmano en Asturias. Si el FC. Barcelona lograra conquistar el título en Gijón, sería una de las Copas más especiales para mí. Ganar un título en casa no se da muy a menudo. Tras la Liga ASOBAL BAUHAUS conquistada en Zamora, los jugadores del FC. Barcelona habéis insistido en darle valor y mérito al título pese a ganarlo a falta de 5 jornadas del final, ¿no? Nosotros somos conscientes de que el potencial de la Liga ha bajado y de que hay equipos que, o bien han desaparecido, o han disminuido su potencial por problemas económicos. Pero todos los que estamos trabajando en Barcelona día a día desde verano para intentar llegar lo mejor posible a cada competición, sabemos lo que cuesta. Los que hemos estado en otros equipos, sabemos lo difícil que es ganar una Liga. Es normal que todos valoremos la Liga porque es el premio a la regularidad. No sólo de esta temporada sino de los últimos cinco años. ¿La mayor virtud de este equipo es que tratáis a todos los rivales por igual, independientemente de su puesto en la clasificación? Es la forma que tenemos de trabajar y la que debemos tener. Nosotros afrontamos cada partido con la misma intensidad y mirando hacia nosotros mismos. Eso lo estamos haciendo muy bien. Intentamos mejorar en nuestro juego y ser fieles a nuestras ideas en defensa y ataque. Salimos a los partidos con mucha concentración, independientemente del rival, y los resultados quizás son más abultados porque peleamos por cada balón. Desde que fichaste por el FC. Barcelona, el equipo ha ganado cinco ligas consecutivas. Ya habéis igualado las 5 Ligas del “Dream Team” (1988-1992 y 1996-2000). ¿Os molestan las comparativas con un equipo histórico? ¿Son desproporcionadas? Para nosotros es un elogio que nos comparen con el “Dream Team” pero ellos marcaron una época no sólo en España sino también en Europa. Consiguieron muchas Copas de Europa y eso es muy difícil de igualar. Nosotros estamos haciendo un camino similar al del “Dream Team” pero es cierto que no hemos tenido esa fortuna en Champions. Hemos estado en casi todas las Final4 pero nos ha faltado algo para proclamarnos campeones más veces. Hemos estado cerca pero no lo hemos hecho. Es difícil comparar a un equipo histórico como el “Dream Team” con el actual pero sí es cierto que hay algunas similitudes y una de ellas es la manera de afrontar cada partido y de luchar por cada balón. El “Dream Team” era un equipo “asesino” en el sentido de que no perdonaba y nosotros intentamos hacer lo mismo. Os quedan dos retos en la presente temporada: F4 Copa del Rey y la EHF Champions League. Podríais igualar los 7/7 títulos del “Dream Team” de Valero Rivera. Las comparaciones parecen inevitables… Ojalá lo consigamos y se puedan comparar ambos equipos porque sería enorme. En España tenemos muchas posibilidades de sumar los títulos nacionales pero, en la Champions, cada vez lo tenemos más difícil. Cada año hay más equipos que aspiran no sólo a ganar la Final4 sino a formar parte de ella. Muchos equipos que podrían ser, perfectamente, Campeones de Europa se van quedando por el camino. Estar entre los cuatro mejores es muy complicado y se debe valorar. La Champions es nuestro principal objetivo. Es un título único por su dificultad. Queremos ir a Colonia con la misma ilusión que cada año. ¿La nota de la temporada del FC. Barcelona depende de la Champions? Para muchos sí. Está claro que es el objetivo principal del equipo por lo que representa un club como el FC. Barcelona que siempre tiene que ser el mejor en todas las competiciones. Nuestra obligación es ir a Colonia a por la Champions. Tenemos una plantilla lo suficientemente amplia y experta como para conseguirlo. Lo tenemos en mente pero hay que ir pasito a pasito. Vista la superioridad del FC. Barcelona durante la mayor parte del partido en el Arena Zagreb, ¿sabe a poco la renta de +2 goles que se trajo el equipo a Barcelona? No hemos hecho nada aún. Hicimos un muy buen partido en una pista en la que nadie había sido capaz de ganar y donde habían caído grandes equipos. Creo que en Zagreb estuvimos muy serios desde el principio, demostrando el hambre que tenemos por llegar a la Final4. Todavía queda un asalto y Zagreb no es un equipo del que te puedas fiar. Es un conjunto muy peleón, que nos va a poner las cosas muy difíciles y que no van a bajar los brazos en ningún momento. Estamos satisfechos por cumplir el objetivo de ganar en Croacia pero sabemos que debemos volver a hacerlo en casa para estar en Colonia. Para los aficionados que crean que el FC. Barcelona ya está clasificado para la Final4, ¿qué motivos les das para engancharse al Palau este sábado? Necesitamos un Palau como el de siempre para acabar de sentenciar la eliminatoria y poder estar en la Final4. Creo que todos los aficionados que han vivido la vuelta de los Cuartos de Final en las últimas temporadas saben lo complicado que ha sido llegar a Colonia. Hemos sufrido muchísimo. Necesitamos el apoyo de nuestra afición. Queremos que los aficionados vengan al Palau y que aprieten para dar el último paso que nos queda. ¿Ya le tocaba al FC. Barcelona un año sin tener que apelar a la magia del Palau y a las remontadas? El ambiente que hemos disfrutado en los últimos años en las vueltas de los Cuartos en el Palau ha sido espectacular. A todos nosotros nos va a marcar y nunca lo vamos a olvidar. Pero mejor venir con un buen resultado de la ida porque a ninguno de nosotros nos gusta sufrir. Eso sí, tenemos que tener los pies en el suelo porque ganar de 2 goles en Zagreb es una renta corta. El rival no será sencillo. Debemos estar bien y salir a la pista como esos días en los que teníamos que remontar tantos goles en el Palau. Debemos salir con la misma intensidad. ¿Ves factible una Final4 de la Champions sin alemanes y con cuatro entrenadores españoles en el banquillo? Veo factible una Final4 de la Champions sin alemanes pero será complicado. Y es una posibilidad que haya cuatro entrenadores españoles en los banquillos del Lanxess Arena. Creo que el balonmano español está haciendo una labor muy buena. La lástima es verlo reflejado en otros equipos porque se tienen que ir por la situación económica. Todo el trabajo que se hace a nivel nacional da sus resultados. Ya sea en casa o fuera. Tenemos unos entrenadores que han implantado un balonmano tan bueno y tan bonito que era inevitable que se contagiara a otros clubes de fuera. Los éxitos a nivel de clubes y de selección han atraído a otros países. Sería muy digno de elogio que cuatro entrenadores españoles estuvieran en Colonia. Sería único. El FC. Barcelona se ha proclamado Campeón de Europa en Colonia en una ocasión (2011) y ha caído frente a SG Flensburg-Handewitt, HSV Hamburg y THW Kiel. Cuando Raúl Entrerríos vuelve a Colonia, ¿se acuerda sólo de lo bueno vivido o de todo? Te acuerdas de lo bien que lo pasaste y de cómo disfrutaste cuando ganaste porque es una competición única con un despliegue extraordinario alrededor de los partidos. Poder salir de Colonia como Campeón de Europa es algo inolvidable. También es cierto que caer de la forma en la que hemos caído nosotros en los dos últimos años es muy difícil de encajar porque sabes lo difícil que es llegar hasta la Final4. Hemos vivido en nuestras propias carnes lo complicado que es acceder a Colonia. Nos ha costado errores. Son los últimos partidos de la temporada, tienes que estar al 100% y todo tiene que salir bien para poder salir contento de Colonia. Cuando esto no sucede, te deja muy mal sabor de boca a pesar de todos los títulos ganados durante el año. Las dos últimas Final4 han sido crueles. Golpes duros de asimilar porque ante el Hamburgo tuvimos la victoria muy cerca y frente a Flensburg lo teníamos cerrado para llegar a la final y, de repente, todo dio la vuelta y nos quedamos fuera. No es fácil de aceptar. En este tipo de competiciones, pierdes y te vas a casa. Todo se acaba. Supone darte con un portazo en las narices y no es fácil desconectar de eso. No soy muy de ver los partidos cuando las cosas no han ido bien pero los duelos ante Hamburgo y Flensburg sí los he vuelto a ver para saber qué habíamos hecho mal. Teníamos que pensar en la siguiente temporada y en que no se volvieran a repetir los mismos errores. Enriquece al equipo ver en qué podemos mejorar. Todos somos conscientes de las oportunidades que hemos ido dejando pasar en Colonia. Nuestra intención era levantarnos para, a la próxima temporada, intentar estar de nuevo en Colonia. Y en esa lucha estamos ahora. Colonia ha renovado como sede de la Final4 hasta 2020. ¿Te gustaría que la Final4 también se jugara en otras ciudades y países o crees que cuando algo funciona es mejor no tocarlo? No hay otra ciudad u otro país que pueda organizar una Final4 con las características que tiene la de Colonia. Por nivel de implicación del público, por el espectáculo, por el pabellón y por todo. Pero creo que no es justo. Siempre he dicho que es inevitable que los equipos alemanes jueguen en casa. No hay más que ver el palmarés de las Copas de Europa antes y después de la implantación de la Final4 en Colonia. Ha cambiado mucho la historia de los ganadores. Cuando juegas en casa, con el apoyo de todo el público, tienes un plus. Está claro que todo equipo que llega a Colonia sabe que tiene que ganar pese a las circunstancias. Creo que no es justo ni para los clubes ni para el balonmano. Cuando llegaste al FC. Barcelona en 2010, con 29 años, esperabas estar en un club de tal exigencia hasta 2018, fecha en la que acaba tu contrato? Es difícil pensar eso cuando llegas y ves cómo funciona el club. Para mí, llegar al FC. Barcelona fue una decisión complicada. Una vez que llegué y sentí todo lo que podíamos hacer, creo que fue la mejor decisión que pude tomar. El hecho de ampliar el contrato y poder estar más años en Barcelona me hace sentir muy orgulloso. Es muy complicado estar en una plantilla como ésta, en la que la exigencia es máxima. Tienes que estar siempre al 100% y siempre compitiendo bien. La renovación del contrato significa que estoy ayudando al equipo. “Pasqui” es el primer implicado en que yo continúe en este equipo, por lo que significo para el vestuario. Creo que soy útil para mis compañeros. Ese es mi objetivo. ¿Ese 2018 marcará tu retirada del balonmano o tienes cuerda para rato? Cuando termine el contrato con el FC. Barcelona tendré 37 años y, a día de hoy, sí me veo jugando más tiempo. Nunca se puede saber. Quedan tres años por delante y tengo que ver cómo se porta mi cuerpo y qué opciones tengo para poder continuar. A ver cómo está el balonmano español o si tengo oportunidades de jugar fuera. Tendré que pensarlo muy bien pero yo tengo ilusión por seguir. Físicamente me encuentro muy bien. Creo que puedo llegar en buenas condiciones y, llegado el momento, si puedo continuar lo haré. Este deporte me ha dado mucho y todavía puedo ofrecer más. Mi prioridad sería quedarme en Barcelona. He tenido opciones para jugar fuera pero creo que he tomado la decisión correcta. Se me han presentado buenas oportunidades de fichar por equipos de Final4. Y lo he meditado. Pero el Barça siempre me ha hecho sentir un jugador importante y, además, a nivel familiar estoy muy a gusto en Barcelona. Si tu hermano Alberto jugaba al balonmano, ¿era inevitable que siguieras sus pasos? Cuando comencé a jugar no fue decisivo que jugara mi hermano. En el colegio en el que estudiábamos podíamos elegir dos deportes: baloncesto o balonmano. Todos mis amigos se fueron a jugar a balonmano. O me iba al baloncesto solo o me iba con mis amigos. Y, además, mi hermano ya estaba jugando. Todos los caminos me llevaron al balonmano. Le cogí el gustillo bastante pronto por la forma de trabajar del club. Un equipo modesto de barrio que se implicaba mucho con los jugadores. En seguida me lo tomé muy en serio y siempre fui un jugador muy responsable. Siempre pensé que me gustaría disputar partidos importantes y llegar lejos en el balonmano. Tuve el honor de poder debutar en ASOBAL y, poco a poco, llegar hasta donde estoy hoy en día. En los primeros partidos que recuerdo ver por la televisión había grandes figuras como Masip, Dujshebaev, Garralda… Yo ya me iba fijando, sin querer, en jugadores que tenían la función que tengo yo ahora. Empecé como lateral pero me gustaban jugadores polivalentes que aportaban mucho al equipo sin hacer tanto ruido como otros. ¿No ser tan mediático como otros jugadores te ha perjudicado a la hora de recibir mayores reconocimientos? Tanto mi hermano Alberto como yo tenemos un carácter introvertido. Nos gusta mucho la tranquilidad. A otros les gusta más la farándula y se sienten cómodos. Nosotros entendemos que es parte de nuestro trabajo atender a los medios y, viendo cómo está el balonmano, sabemos que debemos dar un plus para intentar promocionar nuestro deporte. Yo tengo clara mi labor dentro del equipo. Eso implica sacrificar otros aspectos. Ese ha sido mi rol en todos los equipos. Tanto en León como en Valladolid he sido un jugador por y para el equipo. Siempre me he adaptado a las circunstancias y a las órdenes del entrenador. Y es lo que me ha hecho llegar a Barcelona. Creo que si no hubiera sido fiel a mi forma de trabajar, yo no estaría en el Barça. Si yo fuera un jugador que mirara por mis intereses, el FC. Barcelona no me hubiera fichado. En un campeonato benjamín, Alberto Suárez te sitúa como portero y ganáis el Campeonato de Asturias. ¿El balonmano ha perdido un gran portero o ha ganado un gran central? Seguro que el balonmano no ha perdido un buen portero. Empecé ese partido como jugador pero Alberto Suárez vio que no había forma como primera línea y me puso de portero. Es el único Campeonato de Asturias que he ganado y lo he hecho como portero. Creo que Alberto acertó volviéndome a poner de jugador y yo salí ganando. ¿Te han vuelto a dejar tirado en una estación de servicio? Me pasó como jugador de Gijón pero la leyenda se ha hecho más grande de lo que fue. Yo recuerdo que paramos a descansar con el equipo, cuando jugábamos en División de Honor B. Éramos muchos jóvenes. Coincidí en el equipo con Toño Cartón, Ancizu o Pellitero. Paramos en una estación de servicio en Cantabria y, antes de marchar, avisé a un compañero de que tenía que ir al servicio para que lo dijera en el autobús. Cuando salí, justo el autobús se marchaba y una señora que pasaba por ahí, preocupada, me decía que el autobús se iba sin mí y yo le respondí que me estaban vacilando y que volverían en breve. Pero el autobús no daba la vuelta. Me habían dejado ahí. Afortunadamente, ya había teléfonos móviles y llamé para decirles que me recogieran. Nunca has coincidido con tu hermano Alberto en un club de ASOBAL. ¿Habéis tenido la oportunidad? ¿Es una espina que ambos tenéis clavada? Tuvimos la oportunidad en Ciudad Real pero yo seguí en León. Nos da rabia no haber podido compartir durante todo un año la vida de club y disputar títulos. Tiene que ser bonito poder ganar cosas juntos. Pero creo que hemos sido bastante privilegiados en poder compartir y hacer todo lo que hemos hecho en la selección. Creo que eso es más difícil que hacerlo a nivel de club. Estar tantos años juntos en la selección, compartiendo habitación, entrenamientos y partidos, intentando ganar medallas y haber conseguido lo que hemos conseguido es muy valioso para nosotros. ¿Ha sido difícil ser el pequeño de la saga Entrerríos? Nunca lo he visto como algo que me pusiera más presión. Para mí ha sido un orgullo todo lo que ha hecho mi hermano y empezar a jugar a balonmano viendo lo que estaba consiguiendo ya Alberto. He intentado transmitir en mi juego todo lo que mi hermano hacía. Él ha sido un jugador al que, quizás, no se le ha dado tanto valor porque lo hacía todo por el equipo. A mí me gustaba su forma de jugar. Tal vez acababa con 3 goles pero había dado 10 asistencias de gol. A lo mejor para otros no tiene tanto valor pero para mí sí. Los compañeros que jugaban con él me decían que Alberto era un máquina. Cuando llegué a León, la gente tal vez pensaba que, siendo el hermano de Alberto, haría lo mismo que él. Pero yo no tengo las mismas condiciones que mi hermano. Él es más potente físicamente y tiene más lanzamiento. Yo empecé como lateral en León pero poco a poco me fui desplazando al central porque mis condiciones son otras. No tengo un gran físico por lo que intento hacer un balonmano similar al de mi hermano, centrado en el juego colectivo. Poco a poco me he ido desplazando de esa imagen de ser “el otro Entrerríos”. Para mí no ha sido una losa sino que es un orgullo ser el hermano de Alberto Entrerríos.

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